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Punto de partida

Evsy, la app que quiere ser el Waze de la electromovilidad

Evsy, la app que quiere ser el Waze de la electromovilidad

Ya han levantado US$ 700 mil de la mano de Güil, la aceleradora del grupo KaufmaNn, y esperan llegar a los US$ 3 millones el 2023. En tres meses alcanzaron el 70% del mercado chileno de autos eléctricos, y en febrero inician operaciones en Europa.

Por: Juan Pablo Silva | Publicado: Sábado 22 de enero de 2022 a las 21:00
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Fue un grupo de clientes de Mercado Libre quienes les hicieron ver el problema. Corría el 2021 cuando tres emprendedores chilenos buscaban un espacio para emprender.

Un usuario del gigante del e-commerce argentino les comentó que los conductores solían pedirles enchufar sus autos para seguir repartiendo por el país. “Ahí dijimos, aquí hay un problema, vamos a los puntos de carga. Recorriendo nos dimos cuenta que habían largas filas y conductores que esperaban horas, porque no sabían dónde más podían cargar”, relata Felipe Zegers, el CEO de la firma.

Fue en ese momento cuando empezó a armarse lo que hoy es EVSY, una app que usando un algoritmo similar a Waze, y con interacción de la comunidad, muestra dónde están las fuentes de energía para cargar los autos, cuánta fila hay y si éstos están operativos.

Cambio de ruta

Para entender la historia de EVSY (palabra que une los conceptos “electric vehicle” e “easy”), hay que volver atrás y conocer Güil, el área de startups que creó el grupo Kaufmann en 2020 con la idea de invertir en emprendimientos que les permitieran sumarse a la transformación -y revolución- que protagoniza la industria de la movilidad.

Se trata de un company builder, liderado por Rodrigo Edwards, que tiene el objetivo de crear las empresas de electromovilidad del futuro, e invertir en firmas que ya existen y a las que ellos les ven potencial de escalamiento.

El año pasado comenzaron a contactar emprendedores seniors, con al menos 10 años de experiencia, y que sumaran tanto fracasos como éxitos. Fue en esa búsqueda que llegaron a Felipe Zegers, constructor civil de la UC y fundador de Market Green, una empresa de gestión de residuos publicitarios, y a Pablo Maturana, ingeniero civil de la UCH y co fundador de bolsas reutilizables, que introdujo este tipo de envases a Chile.

Al reclutarlos se salieron de sus trabajos y se pusieron a construir nuevos emprendimientos. El proceso en Güil es de un año de prueba y luego pasan a construir una startup. A medida que avanzan etapas se les van entregando recursos, en EVSY ya pasaron el MVP (producto mínimo viable) y les dieron US$ 150 mil.

Con capital y sueldo asegurado por Kaufmann, un lujo en el mundo de los emprendedores, Zegers (CEO) y Maturana (CRO) partieron cada uno por caminos separados en Güïl, pero al poco tiempo se unieron. En un principio pensaron en una app totalmente distinta, querían hacer entregas de última milla con usuarios del transporte público.

Se dieron cuenta de que no iba por ahí el negocio, y, tras la conversación con los clientes de Mercado Libre, cambiaron la ruta de la iniciativa.

Primer arranque: el WhatsApp

“En el mundo de la electro movilidad son súper importantes algunas certezas, la carga, por más rápido que sea el cargador, está asociada a tiempo, por lo tanto la decisión de dónde hacerlo tiene valor. Para echar bencina, si hay una larga fila en una bomba, te vas a la del lado. Bueno, aquí no pasa eso: la gente iba a un punto en Vitacura, esperaba cuatro horas, aunque a lo mejor dos kilómetros más allá, había otro punto vacío. El problema, es que eso no lo sabían”, afirma Maturana.

Fue ahí cuando dijeron que tenían que entregar certezas a los conductores para que pudieran tomar la mejor decisión de carga.

Partieron con un WhatsApp. El usuario mandaba la letra “E”, y ellos le enviaban el status de los puntos de carga. Claramente esto -a pesar de que el mercado en Chile aún es muy incipiente-, no era escalable. Había que meterle tecnología.

Para eso reclutaron a Pablo Melgarejo, fundador de startups de inteligencia artificial -como Timov, Congnitive retail y Social Map- y doctor en ingeniería eléctrica, y que estaba pasando por el proceso de conocimiento en Güil. Pidieron permiso a los directores y lo levantaron antes de tiempo, hoy es el CTO.

Otro de los problemas que vieron, fue que para saber dónde enchufar su auto, había que tener un app de cada operador de carga, pero además ésta no entregaba información en tiempo real, algo que ellos sí ofrecen. Con esto, los proveedores de energía se empezaron a dar cuenta de que la demanda comenzó a repartirse y cuando un cargador se echaba a perder, y no les avisaban que lo habían arreglado, pasaban días sin recibir visitas.

“Ahí nos dimos cuenta de la importancia de la comunidad, y armamos una plataforma donde se pueda interactuar”, comenta Zegers.

En Chile hay cerca de mil autos eléctricos vendidos, según el último informe de la Asociación Nacional Automotriz de Chile. La app EVSY tiene 300 descargas, han levantado US$ 700 mil y ahora parte el camino difícil: demostrar tracción y cantidad de usuarios y atraer la atención de inversionistas además de Kaufmann. Esperan llegar a los US$ 3 millones el 2023, Tienen que aumentar la velocidad y salir a la carretera.

La “teslificación”

El mercado de Chile no da, y Latinoamérica tampoco, dicen los fundadores. Por eso, a diferencia de muchas de las firmas que han salido últimamente a México o Brasil, se fueron a recorrer Estados Unidos y Europa.

En el país norteamericano se encontraron con un mercado totalmente “teslificado”, comenta Maturana en alusión a la empresa de vehículos eléctricos Tesla, de Elon Musk. Por ello se fueron al Viejo Continente. Visitaron España, Holanda, Suecia, Alemania e Italia.

Eligieron España. “Allá no había filas, pero tienes que descargar como 15 aplicaciones para saber dónde están los puntos, además es un mercado grande pero menos desarrollado que países como Holanda o Suecia”, afirma Zegers. A esto, agrega que “hay menos densidad de autos eléctricos, el 2021 se vendieron alrededor de 20 mil, la densidad de cargadores es baja y están justo en la transición que vivieron los países más evolucionados en los últimos cinco años. Estamos llegando a España para desembarcar ahí y ojalá expandirnos a países como Portugal, Italia, Grecia y algunos de Europa del Este”.

En febrero parten Zegers y Melgarejo a Madrid, y desde el primer minuto tendrán una novedad: en la aplicación podrán iniciar una carga, detenerla y pagarla. “Estamos terminando la integración para que desde el día uno que estemos en España, puedas iniciar una carga y pagar en más del 60% de los puntos de carga de España, y el 90% de los puntos de carga de Europa”, adelanta el CEO. Su objetivo es tener al menos 35 mil descargas en los primeros 18 meses.

Este es el primer paso, ser la aplicación líder en electromovilidad, con todos los puntos de carga referenciados y el medio de pago integrado para que todo se pueda hacer por el celular. El siguiente paso es monetizar la información, pues sabrán cómo los usuarios cargan sus baterías, por dónde se trasladan y cómo usan sus autos, datos útiles para empresas y gobiernos.

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El mercado de autos eléctricos

En el mundo, alrededor del 20% de los dueños de autos eléctricos cargan en lugares públicos, el resto lo hace en sus casas, afirma Maturana, a diferencia de Chile, donde hoy principalmente son las empresas de última milla las que usan estos vehículos y hacen uso de los cargadores públicos. Madrid tiene cerca de 900 puntos de carga y en Chile hay 246.  

Los dos modelos más vendidos de este tipo en Chile son vehículos comerciales marca Maxus, usados para transporte de carga y de origen chino. Hoy, las cuatro empresas más conocidas que se dedican a la fabricación de este tipo son Tesla, Rivian, Lucid y Nio. Esta última también es de origen del país asiático, y según Maturana, es parte de la estrategia del gobierno chino, que vio cómo se quedaron atrás en los vehículos a combustión, y no quieren que les pase lo mismo con la electromovilidad.

Poner un cargador en la casa cuesta alrededor de $ 1,5 millones, y en general no es difícil de conseguir, dicen los fundadores; incluso, es una de las grandes diferencias con la combustión, que hay que buscar un buen terreno, los permisos necesarios y requiere de gran capital.

“En cualquier casa o donde exista un enchufe, se puede cargar. Obviamente la velocidad de carga va a variar mucho, pero la mayoría de los autos eléctricos tienen una carga completa si cargan durante la noche en sus casas. El problema empieza al cargar en edificios o casas antiguas, donde la instalación del cargador es muy difícil, o caro. Ahí es donde los usuarios prefieren el punto de carga público, y EVSY ayuda a encontrarlos”, afirma Zegers.

El kW en las casas cuesta entre 120-130 pesos y son de carga lenta, por lo que es una rutina similar a la de enchufar el celular en la noche, rematan.

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